Incorporar ciertos alimentos puede ser clave para reducir la ansiedad y fortalecer nuestra respuesta al estrés
El estrés es una reacción de adaptación a las circunstancias. A corto plazo, te puede ayudar a salir de una situación complicada porque todo tus capacidades se activan, pero cuando el estrés permanece, se convierte en una amenaza para la salud mental y física.
La alimentación desempeña un papel especial para reducir el nerviosismo y el estrés porque este aumenta la necesidad de vitaminas, minerales, ciertos ácidos grasos y aminoácidos.
Además, algunos nutrientes y sustancias que se encuentran en los alimentos vegetales poseen propiedades relajantes:
AVENA: Los productos integrales, como los copos de avena, contienen las importantes vitaminas importantes para los nervios como la B1 y la B2.
KALE: Además de la col rizada o kale, los zumos de verduras, las legumbres, el aguacate, las espinacas, las patatas y los plátanos contienen mucho potasio.
La kale contiene otros minerales como hierro y calcio.
SEMILLAS DE CALABAZA: Son ricas en arginina y en otros nutrientes esenciales como el zinc. La arginina es un aminoácido importante en situaciones de estrés. El cuerpo lo utiliza para producir óxido nítrico, que es necesario en muchos procesos, como la memoria, la neurogénesis, la recuperación muscular o la regulación del ciclo del sueño. Unos niveles por debajo de los normales pueden incrementar la inflamación del sistema nervioso y favorecer los estado de ansiedad y depresión.
SALVADO DE TRIGO: Contiene mucho magnesio, mineral que amortigua los efectos de la hormona del estrés, el cortisol. Una deficiencia de magnesio provoca nerviosismo, trastornos del sueño y calambres musculares, especialmente en caso de estrés.
ZANAHORIAS: Contienen una gran cantidad del betacaroteno, precursor de la vitamina A, que, al igual que las vitaminas C y E, tiene un efecto antioxidante y protege las células del cuerpo, incluidas las neuronas de los radicales libres.
CACAO: ¿Sueles tomar chocolate cuando estás estresado? Esto es comprensible, porque el chocolate es un verdadero consuelo. Tiene un alto contenido en flavonoides, que protegen las células del sistema nervioso e inmunológico de los radicales libres.
Además, el cacao repone las reservas de triptófano, a partir del cual se forma la “hormona de la felicidad”, la serotonina.